¡CUIDADO¡ YA HA LLEGADO LA TEMPORADA DE ESPIGAS
Con la primavera empieza la temporada de espigas. Una espiga es el conjunto de granos agrupados a lo largo de un eje que resulta de la fructificación de la inflorescencia de una planta gramínea. Por lo tanto, son las semillas de los cereales envueltas en una vaina dura y alargada, que termina en una punta muy aguda y con largos penachos en la parte posterior que constituyen un ingenioso sistema para que, una vez en contacto con el pelo del animal, sólo pueda desplazarse hacia adelante, facilitando que la espiga se clave.
Su momento más vulnerable es cuando amarillean porque se desprenden de la planta y pueden clavarse entre los dedos, o se meten en las orejas e incluso por la nariz, literalmente se introducen dentro del animal.
Una vez clavadas en la piel, no pueden retroceder, sólo avanzar hacia delante. Esta peculiar característica hace que las espigas puedan desplazarse desde su punto de entrada a otras localizaciones, creando trayectos subcutáneos fistulosos; lo que, en ocasiones, dificulta enormemente su eliminación. Cuando ya no puede avanzar más, el cuerpo intenta eliminarlas, creando un absceso (colección de pus) que dependiendo de su localización final pueden ser más o menos peligrosos.
Los Puntos más Vulnerables y Sus Síntomas:El lugar dónde se ven con más frecuencia, se clavan y se introducen dentro de la piel son entre los dedos y las almohadillas. La espiga es reconocida por el organismo del animal como un “cuerpo extraño”, por lo que el cuerpo del perro intenta rechazarla. Como consecuencia, la zona afectada se enrojece, se inflama y llega hasta producir supuración porque se infecta al desarrollarse el absceso. El animal presenta dolor en la zona afectada y se lamerá intensamente la extremidad, lo que empeora el cuadro clínico pues contribuye a la inflamación y al desarrollo de infección.
Otro punto vulnerable son los oídos. Esto provocará una otitis. Los síntomas más típicos son que tienden a sacudir mucho la cabeza para deshacerse de ella, pero esto agrava la situación ya que nunca retroceden con lo que se va introduciendo más en el oído hasta incluso clavarse en el tímpano y perforarse. El animal mostrará dolor en ese oído y con el tiempo se desarrollará una otitis externa con secreción maloliente.
Quizá el punto más delicado pueden ser los ojos, porque se suelen ocultar detrás del tercer párpado y a simple vista son difíciles de ver, dando lugar a una gran inflamación, pudiendo provocar úlceras corneales muy extensas por el roce constante. Los síntomas más típicos son intensa blefaritis (inflamación de los párpados), dolor y lagrimeo.
La nariz es otro de los lugares por donde pueden entrar las espigas, y sus síntomas de nuevos son muy agudos y llamativos. De manera repentina, el animal empieza a estornudar bruscamente sin poder parar, incluso a veces pueden presentar un sangrado profuso.
Otros orificios más raros, pero no menos importantes, son por ejemplo en los machos el prepucio y en las hembras la zona de la vulva. Incluso por cualquier pliegue o zonas donde el pelo esté más denso, por lo que cualquier bulto sospechoso que encontremos durante la época de verano en un perro, puede deberse a una espiga.
Complicaciones Serias Provocadas Por Espigas:La principal complicación que presentan las espigas es que, con el paso de los días pueden desplazarse desde su punto de entrada, lo que puede empeorar drásticamente la situación clínica del animal. ¿Cómo es posible? Porque en ocasiones, en su camino por salir al exterior, la espiga daña algún órgano vital y puede haber serias complicaciones ya que puede viajar largas distancias dentro del cuerpo. Por ejemplo, los animales que se tragan una espiga corren el riesgo de desarrollar un piotórax (infección grave de la cavidad torácica) porque la espiga se desplaza desde la garganta al interior del tórax. Esta complicación pone en peligro la vida del animal, que necesitaría cirugía agresiva para extraer la espiga del cuerpo.
Lo mismo ocurre si una espiga, localizada inicialmente en el costado del animal, avanza hacia el interior de la cavidad abdominal. La infección desarrollada en este caso provocaría una peritonitis, que puede resultar igualmente letal. La gran dificultad de estos casos se encuentra en localizar la diminuta espiga que está provocando el problema, porque en muchas ocasiones nos vemos "buscando una aguja en un pajar". Por ese motivo este es un tema serio que no debe tomarse a la ligera. Si quieres saber como prevenir un disgusto serio, te lo contamos en el siguiente apartado.
¿Cómo Prevenirlas?Aunque parezca extraño o incluso exagerado, tras más de 10 años de ejercicio clínico hemos visto algunas animales en estado crítico por culpa de una espiga. Hemos tenido que pedir a sus propietarios que tomasen decisiones a vida o muerte para intentar salvar la vida del animal, porque como ya se ha mencionado antes, encontrar una espiga en un abdomen o un tórax lleno de pus no es tarea sencilla. Por suerte, muchos de esos casos se convirtieron en una fantástica anécdota para contar en el parque; pero otros, por desgracia, no tuvieron un final feliz.
Por eso, nos parece que toda precaución es poca, y aunque no queremos asustaros, si queremos advertiros y aconsejaros para que toméis todas las precauciones posibles. Estas son algunas de nuestras recomendaciones:
Evitar sacar al animal por zonas sembradas con variedades de gramíneas en flor, sobre todo cuando ya estén amarillas. Sobre todo, no dejar que el animal corra entre los sembrados. No olvidéis que además de espigas pueden recolectar garrapatas, pues estas se encuentran esperando a su próxima víctima enganchadas en las hierbas altas. Hacer un buen corte de pelo al inicio del verano para evitar que entre las almohadillas y los dedos se cuelen espigas que no detectemos por la abundancia de pelo. Revisar al animal tras los paseos para eliminar cualquier espiga que se haya podido depositar antes de que llegue a clavarse. Los perros de orejas péndulas (Cocker Spaniel, Cocker Americano, Setter, etc....) tienen especial predisposición a sufrir espigas en los oídos; por ese motivo, una buena idea es poner tapones de algodón en los oídos antes de sacarlos a pasear.