DIABETES MELLITUS EN PERROS

La Diabetes Mellitus (DM) es una enfermedad frecuente en perros que se caracteriza por que los animales afectados presentan niveles muy elevados de glucosa en sangre. Este incremento de la glucemia sanguínea se debe a la deficiencia absoluta o relativa de insulina, que es la hormona que permite que las células del cuerpo puedan aprovechar la glucosa para alimentarse.

Esta enfermedad afecta a perros a partir de los 5 años y puede aparecer en animales hasta los 12 años; El riesgo de aparición se incrementa con el envejecimiento, debido a la disminución del ejercicio y aumento de peso; lo que probablemente favorezca el desequilibrio entre los niveles de glucosa e insulina.

Los perros pueden padecer dos tipos de diabetes, la diabetes tipo I y la diabetes tipo II.

  • Diabetes Tipo I: Los pacientes que padecen este tipo de diabetes son insulino-dependientes. Es decir, necesitan inyectarse insulina a diario para poder vivir. Normalmente se debe a que el páncreas, que es el órgano que produce la insulina no esta funcionando como debe.
  • Diabetes Tipo II: Estos perros no necesitan insulina para vivir. Estos pacientes producen insulina; sin embargo, esta insulina no ejerce su función debido a factores externos como por ejemplo, la obesidad.

Existen otros tipos de diabetes

¿En qué consiste esta enfermedad?

Es especialmente importante que los propietarios de perros entiendan el mecanismo por el cual se produce esta enfermedad y cómo trabajamos para contrarestar sus efectos. La implicación del propietario en el tratamiento de estos animales es crucial para garantizar el control de los niveles de glucemia y la calidad de vida de estos pacientes.

lump-sugar-549096_1920jpg

¿Qué síntomas tiene un perro con diabetes?

Los perros con diabetes tienen una serie de síntomas que nos pueden hacer sospechar que puede padecer esta enfermedad. No obstante, el diagnostico definitivo de esta enfermedad de se debe realizar mediante pruebas diagnósticas que confirmarán que el animal padece este problema.

En Medicina Veterinaria se dice que la Diabetes Mellitus es la enfermedad de las 4 "P".

  • Polidipsia: Se define como la necesidad exagerada y urgente de beber agua. Los animales diabéticos bebe mucho más de lo normal.
  • Poliuria: aumento de la micción. Los perros diabéticos orinan mucho más de lo normal.
  • Polifagia: aumento del apetito. Los perros con diabetes presentan un apetito insaciable.
  • Pérdida de Peso: Aunque el perro presenta un apetito voraz, pierde peso. Esto se debe a que el alimento que consume no puede ser aprovechado por las células por la carencia de insulina.

Cuando se dan en un mismo animal simultáneamente estos 4 signos clínicos, una de las posibilidades es que nos encontremos ante un perros diabético. Pero no debemos olvidar, que existen otras enfermedades que puede provocar este cuadro clínico, como por ejemplo, la enfermedad de Cushing y que es el veterinario el único profesional que puede hacer un diagnóstico definitivo e instaurar un tratamiento adecuado.

Complicaciones de la Diabetes:

Existe una complicación de la diabetes mellitus especialmente peligrosa. Se trata de la Cetoacidosis Diabética y supone una urgencia médica.

¿Cómo tratamos la Diabetes?

Después de hacer un correcto diagnóstico de la enfermedad mediante pruebas clínicas a través de un veterinario clínico, se iniciará el tratamiento para esta enfermedad que debe mantenerse de por vida. La supervisión y ajuste de medicaciones deberá hacerla siempre un veterinario. Y se debe tener en cuenta que estos animales necesitan controles periódicos que serán programados por el clínico responsable del caso.

Pero aunque el control y supervisión de la enfermedad deber ser llevada a cabo siempre por un profesional, el papel de los propietarios en esta patología es fundamental. Por eso, en este apartado queremos hacer hincapié en su labor y repasar las pautas más importantes para que lleven la enfermedad de sus mascotas de la mejor manera posible.

En este apartado queremos hacer especial hincapié en las pautas que deben tener claras los propietarios en casa para controlar de forma adecuada esta enfermedad y evitar las principales complicaciones asociadas a la hiperglucemia persistente.

  1. Conservación de la Insulina:
  • Debe conservarse siempre en la nevera: sáquela sólo cuando vaya a preparar una inyección.
  •  No debe congelarse porqué se destruye.
  • Dejarla siempre en posición vertical para que la insulina no cristalice alrededor del tapón del vial.
  • Hay que invertir el vial con delicadeza unas diez veces antes de su uso para conseguir la mezcla correcta de la insulina.

2. Dieta:

  • Los perros diabéticos deben comer un alimento rico en fibra, formulado especialmente para tratar esta enfermedad. Este tipo de piensos requieren prescripción veterinaria y es este profesional, el encargado de indicar cuál es el pienso más recomendable para vuestro animal. Existen varios piensos en el mercado formulados para pacientes con esta dolencia.
  • Los perros diabéticos deben comer una cantidad medida, dos veces al día, espaciadas en las tomas 12 horas. La regularidad en la alimentación y en la administración de insulina siempre a la mismas horas del día, es una de las claves fundamentales para el control de animales con diabetes.
  • SIEMPRE se alimenta al animal antes de administrar la dosis de insulina, para poder ajustar la misma en función de si el perro se come toda la ración, solo la mitad o no come. El clínico responsable del caso, será el encargado de indicar tanto la dosis de insulina como las reducciones de la misma en función de la situación que se presente. Este punto es fundamental para evitar desajustes en los niveles de glucosa sanguínea y prevenir el desarrollo de hipoglucemias severas que pueden poner en peligro la vida del animal.
  • El animal no puede picotear NADA entre toma y toma, porque esto hará que se desajuste todo el tratamiento.

3. Esterilización:

  • En las perras que desarrollan la enfermedad, se recomienda la esterilización como primera medida terapéutica para garantizar el control adecuado de la enfermedad. Inmediatamente tras el celo, los ovarios de la perra producen progesterona, que es la hormona encargada de mantener una posible gestación. Sin embargo, la progesterona genera resistencia a la insulina. La esterilización quirúrgica (ovariohisterectomía) elimina la fuente de progesterona y ayuda a normalizar las necesidades de insulina, evitando los altibajos que se producen durante el ciclo estral si la perra está entera.
diabetes-528678_1920jpg