EL CANE CORSO:
Algo más pequeño y elegante que el Mastín Napolitano, el Corso Italiano fue utilizado en el pasado no sólo como Perro Boyero (utilizados para el manejo y conducción del ganado bovino) sino también en la caza del jabalí y como perro escolta en los largos viajes de los comerciantes.
Se trata por tanto, de una raza de trabajo. Este grupo lo componen una gran variedad de razas en función del tipo de trabajo a desarrollar. Desde antaño, el perro ha sido compañero del hombre ayudándolo a desempeñar tareas valiosas para favorecer su propia supervivencia. En la actualidad, siguen utilizándose perros para el pastoreo; guiado y protección del ganado, también se utilizan para tirar de trineos, rescatar heridos, o para ayudar a la policía en el rastreo de drogas. La característica común de todos ellos, es que se trata de perros inteligentes y dóciles, con alto nivel de adiestrabilidad.
Historia de La RazaEl Cane Corso es descendiente directo del "Canix Pugnax", moloso romano del que representa la versión ligera del Mastín Napolitano, empleado para la caza mayor y como auxiliar bélico. Durante siglos ha sido un preciado compañero de los pobladores italianos que lo han utilizado para la guardia de la propiedad y del ganado, la caza y la defensa personal. En una época se había difundido a lo largo de toda la península itálica (tal cual lo testimonian una vasta iconografía e historiografía), pero fue en las zonas de Puglia, Lucania y Sannio donde encontró las condiciones óptimas para su conservación. Debe su nombre al latino "Cohors" que significa guardia, protector.
Junto con la industrialización llegó la modernización de la agricultura y de los sistemas de crianza de animales; también disminuyó el número de animales salvajes y aumentó el empleo de armas de fuego (que derivaron en distintas técnicas de caza). Todo esto redujo algunos usos tradicionales de la raza. Por estos motivos la difusión del Cane Corso -luego de la Segunda Guerra Mundial- sufrió un drástico redimensionamiento. Es que a causa del abandono de las tierras por parte de los trabajadores del campo, la raza fue olvidada.
La situación a inicios de los años '70 era preocupante para la supervivencia del Cane Corso, a esa altura, reducido a un modesto número de ejemplares que ni siquiera eran considerados por la cinofilia oficial. Hizo falta que en 1973 el profesor Giovanni Bonatti se refiriera a la presencia en la provincia de Puglia de un "perro moloso de pelo corto, diferente del mastín napolitano, similar al bullmastiff y parecido al perro de presa malloquín" para que un grupo de entusiastas se pusiera manos a la obra y tratara de recuperarla y darla a conocer dentro y fuera del país. De hecho su reconocimiento oficial por parte del ENCI (Ente Nazionale di Cinofilia Italiano) sólo ha tenido lugar en enero de 1994, después de que la mesa de trabajo de la Societá Amatoria Cane Corso (SACC) aportara suficiente documentación, fotos, datos y un nutrido grupo de ejemplares típicos para defender su existencia y antiquísimo origen. Así, raza fue salvada gracias a la perseverancia de algunas personas, particulares, que mantuvieron con vida los pocos ejemplares que habían quedado. Con la recuperación y la precisa selección de sujetos típicos, se produjo un vuelco hacia la reproducción de ejemplares rústicos, atléticos, forzudos y resistentes.
CarácterSu carácter afable y fiel con los suyos. Su equilibrio psicológico y la extrema versatilidad funcional que le permite adaptarse a todo, le está haciendo ganar cada vez más adeptos. Y de hecho nuevamente se le emplea en tareas de pastoreo y guarda como antaño, y también en la caza; aunque poco a poco va ganándose un puesto preferente como animal de compañía y en lo que se ha dado en llamar la terapia con animales domésticos ("pet therapy").
Sin embargo, por su tamaño y extraordinaria fuerza el propietario del Cane Corso, o de cualquier otro moloso, debe ser capaz de educarlo desde el primer momento para tenerlo siempre bajo control, de tal modo que nunca se produzcan sorpresas ni conflictos. Debe aprender desde cachorrito lo que está bien y lo que no, lo que está prohibido y lo que se le permite, para que más adelante no se produzcan contratiempos. Se recomienda además un adiestramiento profesional de determinadas circunstancias, siempre que el perro haya adquirido un cierto grado de madurez, pues no debemos olvidar que, tratándose de molosos, su desarrollo psicológico es siempre más lento que el físico. Si lo deseáis, podéis informaros en nuestra clínica sobre estos temas.