NORMAS BÁSICAS DE OBEDICENCIA EN EL PERRO

Hay diferentes normas de obediencia canina que se pueden practicar con el perro, como por ejemplo que acuda a la llamada, que ande a tu lado con la correa o que no coja comida de la mesa, entre otras. Estas normas básicas son esenciales para garantizar la correcta convivencia con nuestro perro.

Un animal correctamente educado qué atiende las demandas de su humano es un animal equilibrado que no tiene problemas de comportamiento. Por esa razón, enseñar a nuestro can órdenes de obediencia básica no es un capricho, se trata de un herramienta fundamental para garantizar una relación entre perros y humanos feliz y sana, de la que todos podamos disfrutar, las personas y los animales.

Nadie concibe un niño mal educado, sin normas ni reglas a las que atenerse ¿verdad? ¿Porque lo vemos normal en un perro? Hoy os traemos la solución para que podáis comenzar una nueva relación con vuestro peludo y descubráis que convivir con un perro educado es una de las grandes maravillas de este mundo.

 

¿Por qué es importante enseñar a nuestro perro algunas normas de obediencia básica?

En numerosas ocasiones, el perro puede tener un comportamiento inapropiado, como molestar a sus dueños mientras comen. La educación básica de nuestro perro nos ayudará a controlar estos comportamientos inadecuados, fortalecerá el vínculo afectivo que mantenemos con él y nos servirá de guía para criar un animal equilibrado y feliz.

El aprendizaje de estas órdenes se consigue de manera sencilla a través del juego y siempre con la técnica de la recompensa después de que el perro obedezca. Hay que transmitirle felicitaciones y caricias para que se sienta recompensado y feliz por haber logrado nuestro propósito. Esto se debe a que la educación de nuestro can debe ser percibida por el perro como algo positivo, un juego más y no como un castigo o una obligación. Para ello debemos seguir unas normas básicas:

  1. No entrenes al perro cuando te encuentres de mal humor, cansado o irritado. Si nuestro estado de ánimo no es el adecuado, el perro lo sentirá y el entrenamiento no será productivo.
  2. Los perros se cansan, igual que nosotros. Por eso cuando comencemos con las sesiones de obediencia estas deben ser cortas. Sobre todo sí entrenamos a un cachorro. Durarán entre 5 y 10 minutos.
  3. Deberemos ser constantes. Un ratito todos los días es mucho más efectivo que darnos una paliza el fin de semana.
  4.  Todas las sesiones terminarán de forma positiva para el perro. Podemos enseñarle cualquier cosa a nuestro peludito pero si durante la sesión observamos que se cansa o se desconcentra, daremos una orden sencilla para que la obedezca y terminaremos el entrenamiento con un premio, para que la sensación del perro sea siempre positiva.
  5. Elegiremos una terminología para cada orden y la conservaremos. No importa el idioma empleado, pero no es conveniente introducir varios comandos diferentes para una misma orden porque despistaremos al perro.
  6. Se recomienda el uso de algún tipo de premio comestible para que el perro aprenda más deprisa los comandos. Después, una vez asimilados se pueden alternar no caricias.
  7. El tono de voz es fundamental para entrenar al animal. Este debe ser firme, y asertivo, pero no debemos gritar ni utilizar un tono de voz demasiado agresivo que pueda darle al animal a entender que estamos enfadados.

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¿A qué edad podemos empezar?

El comportamiento de los perros es el resultado de su herencia genética, de la educación que han recibido y de las experiencias que han vivido, sobre todo cuando es un cachorro. Para que el perro sea obediente, hay que cimentar ciertas bases cuando es pequeño. A partir de los 4 meses de edad ya está en disposición de acatar órdenes.

Sin embargo, si hemos comenzado más tarde, no es imposible enseñar al animal. El aprendizaje forma parte de los procesos adaptativos naturales. Es decir, cualquier animal de cualquier edad está en disposición de aprender algo nuevo.

Normas de obediencia que nuestro perro debe conocer:

Como recomendación general, cuando introducimos un comando nuevo, se recomienda primero enseñar al animal a ejecutarlo y después, se introduce el nombre de la orden asociada al mismo, como explicaremos a continuación. Las ordenes deben repetirse con frecuencia y en diferentes sesiones de entrenamiento para que el perro las asimile mejor.

SENTADO:

  • Levantamos suavemente la golosina por encima de la cabeza del perro y manténgala ahí.
  • Cuando el perro levante la cabeza para llegar a la golosina, bajará sus cuartos traseros.
  • Cuando pose el trasero en el suelo, le entregamos la golosina.
  • Repetiremos el proceso hasta que el perro se siente cuando vea la chuchería. Os sorprenderá lo rápidos que son.
  • Una vez que el perro ha entendido lo que queremos de él, introducimos la orden. Le decimos "Sit" "Siéntate" "Sentado" cuando este bajando los cuartos traseros hacia el suelo para sentarse y le enseñamos la golosina.
  • Una vez que el perro ha asociado la orden y el movimiento, se le dará el comando antes de enseñarle el premio.

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TUMBADO:

  • Desde la posición de sentado: Bajamos la golosina lentamente hasta el suelo de manera que el hocico del perro apunte hacia abajo y entre sus patas.
  • Si el perro se levanta, le ordenamos que se siente e lo intentamos de nuevo.
  • Tan pronto como sus codos toquen el suelo, ¡felicitamos al perro y le damos la golosina!
  • Añadimos una orden como “Abajo” "Tumbado" "Tumbate" al ejercicio cuando lo haga bien.

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QUIETO:

Esta es una de las órdenes de obediencia que podemos considerar difíciles para el animal, porque les cuesta entender qué queremos de ellos.

  • Se recomienda comenzar desde la posición de tumbado porque al animal le cuesta más trabajo incorporarse.
  • Cuando pronunciemos la orden “quieto”, mostraremos la palma de la mano extendida, como señal que indique el acto frenar.
  • Se debe premiar al animal cuando permanezca unos segundos quieto.
  • Para que le perro comprenda que se le pide, se recomienda que le propietario se mueva, sé de la vuelta, de unos pasos hacia atrás manteniendo la perro en esa posición. Es conveniente comenzar poco a poco para que el perro no se mueva antes de tiempo y ir incrementando la intensidad de nuestra actividad para que el perro comprenda que lo que queremos es que permanezca inmóvil aunque nosotros nos movamos o nos alejemos de él.

 

CAMINAR CON LA CORREA

La aceptación de la correa por parte del perro, no es siempre una labor sencilla. Muchos dueños pasean con sus mascotas a base de tirones. Si esto ocurre, el paseo que es un momento de juego y de relajación, se convierte en una situación que genera estrés tanto en el perro como en el humano. Caminar con la correa junto con el dueño es uno de los vínculos más fuertes que existen y que más debemos fomentar. Además, contribuye notablemente a mejorar la convivencia con nuestro animal.

Las pautas que pueden ayudar a que el perro aprenda a caminar de forma correcta son:

  • Elegir el collar y la correa adecuados para el tamaño y su complexión, de manera que se sienta cómodo y el collar no le moleste.
  • Acostumbrarle en casa a llevar correa antes de salir a la calle, sobretodo, cuando es un cachorro.
  • Si queremos que entienda que no camina de la forma correcta, nunca debemos usar la correa para dar tirones, ya que le puede incitar al juego o incluso podemos hacerle daño.

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Para caminar al paso:

  • Sujetaremos la correa con la misma mano, para que le perro se acostumbre a caminar siempre al mismo lado, sin cruzarse ni enredarse con nosotros durante el camino.
  • Caminaremos con una golosina en la mano, buscando que el perro mantenga el contacto visual con nuestra mano. Es decir que el animal camine pendiente de nosotros durante el paseo.
  • Si el perro tira, pararemos la marcha y le diremos "NO". Solo reanudaremos la marcha cuando el animal esté tranquilo y camine al paso de su acompañante humano.
  • Cuando el perro este pendiente de nosotros, caminando al paso sin tirar de la correa, introduciremos la orden "junto" o "aquí".

 

ACUDIR A LA LLAMADA:

Esta orden es fundamental y puede evitarnos muchos disgustos en el futuro. Muchos propietarios enseñan antes a sus mascotas a dar la pata que a acudir a la llamada y es sin duda, una irresponsabilidad, pero hoy vamos a solucionarlo con unas sencillas pautas.

Para empezar:

  • Como norma básica, no debemos soltar al perro hasta que estemos seguros de que obedece esta orden. Es una cuestión de seguridad para el perro.
  • Utilizaremos una correa extensible porque si el animal no responde a la llamada, esta atado y podemos recogerlo.
  • Buscaremos zonas del parque en las que no haya muchos estímulos para que el animal no se distraiga. (Otros perros, niños jugando...)

Como lo ponemos en marcha:

  • Llevamos al perro aun lugar tranquilo. Le colocamos la correa extensible y dejamos que el perro se aleje hasta el máximo posible.
  • Nos agachamos para facilitar el proceso. Llamamos a su perro por su nombre y damos la orden “Ven” con voz suave y alegre.
  • Tiramos de la correa un par de veces cuando digamos la orden.
  • Le animamos a continuar en cuanto comience a caminar.
  • Esperamos hasta que le alcance y le recompensamos de forma efusiva.
  • Repetimos este proceso hasta que aprenda la orden.
  • Cuando lo haya conseguido, repita el proceso en un lugar más concurrido hasta que responda correctamente.
  • Posteriormente, cuando el perro acuda sin distraerse podemos probar sin correa.

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BONO: ENSEÑAR A DAR LA PATA

En este apartado os daremos unos consejos para que tu mejor amigo aprenda a darte la pata. Son pautas sencillas que por general en cuestión de días lo han aprendido, tanto los cachorros como los perros que ya son adultos.

  • Colocamos una golosina en la palma de la mano.
  • Con la mano cerrada se la acercamos al hocico al perro sentado.
  • Dejamos la mano cerca de su hocico de forma ligeramente inclinada para que pueda girar la cabeza. (De esta forma, dejará de apoyar la pata que vamos a pedirle que levante.
  • Tan pronto como su pata toque la mano, la abrimos para darle su recompensa al mismo tiempo que lo felicitamos con caricias o verbalmente.
  • Alternando la golosina de mano, aprenderá a dar la pata adecuada cada vez.

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